I would like to thank Senator Edward Kennedy, Mrs. Robert F. Kennedy, Kerry Kennedy Cuomo, the Robert F. Kennedy Memorial for the distinction given to me and my Colombian human rights colleagues. I feel immensely honored to receive this award in the presence of His Holiness the Dalai Lama. I share this honor with my mother, my wife Mireya, my children and my brothers and sisters; with Colombian NGOs whose members have valiantly persevered in the difficult task of defending human rights in my country; with International Peace Brigades and Amnesty International, which, with their work, have allowed many of us today to continue the task of defending human rights.
I come from the Middle Magdalena area, a region that has one of my countryâs worst human rights records. As the president in exile of the Municipal Human Rights Committee of Sabana de Torres, I saw the contrast between the regionâs difficult panorama of economic, social and cultural rights and the abundant natural, human and ecological resources. Today, armed actors are fighting for control of these resources.
Since 1992, both violence and reports of violence have increased. I witnessed paramilitary action against community leaders and human rights defenders; on two occasions, my family and I suffered attempts on our lives. The effects of this violence and aggression can be seen in the orphans, in the thousands of displaced, in the widows, the disappeared and those murdered. Our municipality, surrounded today by paramilitary forces of the so-called AUSAC self-defense groups, is in mourning. Terror, fear and anxiety are the daily bread of the people of Sabana de Torres. Today there is no human rights committee to receive their complaints of abuses and violations committed by actors in the armed conflict. Forced to shut down, its committee members are being persecuted.
Like Sabana de Torres, the nearby city of Barrancabermeja has endured its own tragedy of paramilitary massacres between May 16th and August of this year.
Colombia today is a complex social and political web. While gestures towards pacification and normality are part of the efforts of the peace process, the actual situation faced by Colombians reflects signs and acts of war.
More than 3,000 people have disappeared in the last 10 years; more than 200 massacres took place in 1997 and nearly 80 so far in 1998. The last two years have seen the most intense persecution of nongovernmental human rights organizations. Many more defenders are under threat today for the sin of defending life and social justice in Colombia.
To close, I would like to leave with you a beautiful message sent to us by the Uruguayan writer Eduardo Galeano on May 19th to commemorate the first anniversary of the death of Mario Calderon and Elsa Alvarado. He wrote, "I wish to send you all an embrace, an embrace of many arms, to all who are struggling for a world in which human rights are not reduced to the right to see, hear and be silenced. Because he believed in and struggled for this, my friend, Eduardo Umaña, was killed, just like many others in Colombia and in many other countries. I do not know whether the gods and the devils hold them in glory, but what I do know is that here on earth we mortals have only gratitude for these wonderful people who have had the saintliness and the mischief to make the world a better place. They multiply our desire to go on living."
Many thanks.
Quiero agradecer al Senador Edward Kennedy, la Senora Robert Kennedy, la Señora Kerry Kennedy y al Centro Robert F. Kennedy para Los Derechos Humanos, a su santidad Dalai Lama, defensor del pueblo Tibetano, por esta distincion que me ha hecho junto con mis compañeros defensores Colombianos. Es para mi un inmenso honor y quiero compartir este premio con mi madre (q.e.p.d.), con mi esposa mireya, mis hijos, mis hermanos, con las ONGs colombianas que en una forma perseverante y valerosa realizan esta dificil tarea de la defensa de los derechos humanos en mi pais, con Brigadas Internacionales de Paz y Amnistia Internacional ONGs que con su trabajo han permitido que muchos Colombianos hoy continuemos en esta defensa de los derechos humanos.
La situacion de violacion de los derechos humanos en la region del Magdalena Medio, ubicada en el centro del pais, es una de las mas criticas. Como presidente en el exilio del Comite de Derechos Humanos del Municipio de Sabana de Torres, pude constatar la dificil situacion de los derechos economicos, sociales y culturales que contrasta con las inmensas riquezas naturales, ecologicas y humanas, por esta razon en disputa por actores armados.
Desde 1992 la violencia se ha incrementado como a su vez las denuncias; soy testigo de excepcion de la accion paramilitar contra dirigentes comunitarios y defensores de derechos humanos; en dos ocasiones he sido victima, al igual que mi familia, de atentados. Los efectos de esta violencia y agresion se pueden constar en los huerfanos, los miles de desplazados, viudas, desaparecidos, asesinados, que enlutan el municipio, que hoy se halla sitiado por el paramilitarismo de las denominadas autodefensas ausac, siendo el terror, el miedo y la zozobra el pan de cada dia de los sabaneros, que hoy no tienen el comite de derechos humanos que les reciba las denuncias por los atropellos y violaciones que cometen los actores del conflicto, por encontrarse forzadamente cerrado y sus miembros perseguidos.
Como Sabana de Torres, muy cerca Barrancabermeja ha sentido en carne propia el embate de los paramilitares-autodefensas, con las masacres vividas desde el 16 de mayo y agosto de 1998.
Hoy el pais vive una compleja situacion politica y social, mientras que se ven gestos de normalizacion y pacificacion con el proceso de paz, la situacion real y concreta de los Colombianos muestra signos y hechos de guerra.
Mas de 3.000 desaparecidos en los últimos 10 años, mas de 200 masacres ejecutadas en 1997 y cerca de 80 en este 1998.
Muchos mas que hoy estan amenazados como Alirio Uribe Muñoz, Luis Eduardo Garzon, Ludivia Giraldo, Hernando Hernandez, el Padre Javier Giraldo, el Padre Gabriel Izquierdo, Gloria Florez, Wilson Borja, Fredy Pulecio, Ramon Rangel, Miguel Puerto, Francisco Campo y decenas de defensores que estan en el exilio como Osiris Bayter, Carlos Alberto Ruiz, Aida Abella, Janette Bautista, Jesus Anibal Suarez, Ivan Forero, Gustavo Gallon . Cuyo pecado ha sido la defensa de la vida y la justicia social en Colombia.
Para terminar, quiero compartir con ustedes un bonito mensaje que nos hiciera llegar el escritor Uruguayo Eduardo Galeano el 19 de mayo en conmemoracion del aniversario de la muerte de Mario Calderon y Elsa Alvarado, el cual dice asi , "Quiero hacer llegar mi abrazo, que aquí va, abrazo de muchos brazos, a todos los que luchan por un mundo donde los derechos humanos no se reduzcan al derecho de ver, oir y callar. Por creer en eso y luchar por eso, ha caido mi amigo Eduardo Umaña y muchos otros han caido tambien en colombia y en otros paises. Yo no se si los dioses y los diablos los tendran en la gloria, pero si se que aquí en la tierra nosotros los mortales, guardamos gratitud a esa gente linda que ha cometido la santidad y la diablura de mejorar el mundo. Ellos nos multiplican las ganas de vivir."
Muchas gracias.