El Tiempo Mayo 17 de 2004
Otorgan premio internacional de derechos humanos a Jorge Rojas, presidente de Codhes
Se trata del Humanitarian Award, otorgado por por la organización American Council for Voluntary International Action de Estados Unidos.
El premio fue entregado este lunes en la noche en Washington, en una ceremonia a la que asistieron varias personalidades, como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados Ruud Lubbers, el premio Nóbel de Economía, Amartya Sen y la estrella del Rock del grupo U.2 y activista humanitario Bono.
Este reconocimiento es otorgado cada año a personas que en el mundo trabajan por las causas humanitarias, los derechos humanos y la paz, entre otras a Graca Machel de Mozambique, reconocida líder mundial por los derechos de la infancia y esposa de Nelson Mandela, a Fredy Cuny, activista desaparecido en Chechenia cuando realizaba una labor humanitaria y a Ela Bhatt, de la India, premio Nóbel Alternativo de Paz, por su trabajo a favor de las mujeres.
El premio se obtiene mediante una consulta en la que participan las organizaciones y redes que integran Interaction en varios países del mundo.
La presidenta de la organización Mary E Mc Clymont afirmó que Jorge Rojas fue seleccionado para recibir este premio "por su firme decisión para mejorar los derechos humanos de la gente desplazada en Colombia, lo que significa un gran sacrificio y, a menudo, representa un grave riesgo personal".
Así mismo, el reconocimiento internacional está asociado al trabajo de Rojas en la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, organización que fundó en 1992 para trabajar desde la investigación, la información y la acción por las poblaciones desplazadas en medio del conflicto armado y desde una perspectiva de derechos humanos y derecho internacional humanitario.
También fue considerada en la decisión de este premio la "preocupación (de Jorge Rojas) por los niños de su país, que han sido afectados demasiado por el prolongado conflicto armado".
Según el comité de elección del premio, Jorge Rojas "es un modelo para la acción y una inspiración para todos nosotros" Esta es la primera vez que una persona de América Latina recibe este reconocimiento, considerado en el mundo como un premio nobel a la acción humanitaria.
El reconocimiento a Jorge Rojas se realiza en el marco de un Foro Mundial sobre los nuevos desafíos que plantea la acción humanitaria y el desarrollo en momentos de incertidumbre, en el que participaran, además, el secretario de Estado Collin Powell y el subsecretario general de Naciones Unidas para el Desarrollo Anwarul K. Chowdhury.
En el acto de entrega del premio también fueron galardonados Carlotta Gall del New York Times con el premio a la exelencia en un reportaje internacional sobre asuntos humanarios y el senador Michael De Wine en reconocimiento a su servicio en asuntos humanitarios en el Congreso de Estados Unidos.
El cierre de la ceremonia estará a cargo de Bono, estrella de Rock del grupo U.2. y activista por los derechos humanos Bono.
Con informacion de la oficina de Prensa de Cohdes.
El Tiempo
Mayo 17 de 2004
Ponencia de Jorge Rojas, presidente de Codhes, durante entrega de premio humanitario en E.U.
Pornencia de Jorge Rojas, Presidente de Codhes, durante la entrega del premio que recibió hoy lunes 17 de mayo en Washington, en ceremonia en la que estuvieron presentes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados Ruud Lubbers, el premio Nobel de Economía, Amartya Sen y la estrella del Rock del grupo U.2 y activista humanitario Bono, entre otras personalidades.
Estimados amigos y amigas:
No es común ver tanta gente, con tanta energía y entusiasmo, trabajando por causas humanitarias, sobre todo por estos días en los que se oyen más los ruidos de la guerra que los clamores de la paz.
Por eso me siento bien entre ustedes que trabajan siempre pensando en los demás, en las personas refugiadas, desplazadas, discapacitadas, en las mujeres, los niños, los ancianos o en las minorías étnicas.
¡Siento mucha energía positiva en esta sala!
Antes que nada, debo agradecer a la señora Mary Mc Clymon por la invitación y por la generosidad de sus palabras en el mensaje por medio del cual me notificó de este premio. Con ella a todos quienes integran esta red de trabajo humanitario. También al señor Hiram Ruiz por haber postulado mi nombre para recibir este premio y a ustedes por haberme aceptado.
Permítanme unas palabras sobre mi país.
Mencionar a Colombia parece sinónimo de guerra y narcotráfico. Pero esa es una mirada muy reducida de nuestra realidad. Detrás del conflicto hay una situación social y económica muy contradictoria: un país con muchas riquezas pero con mucha injusticia en su distribución. Muchas ganancias para pocos, mucha pobreza para la mayoría. Un solo dato que asombra y asusta: el 0.4% de los propietario posee el 61.7% de las mejores tierras. Es decir, hay una mayoría de desposeídos, marginados y excluidos.
Pero es cierto. Colombia padece un conflicto armado que ya cumple cuatro décadas sin solución militar pero sin salida política y democrática. Nuestra tragedia es tener una guerra de guerrillas que se detuvo en el tiempo de los años 60, una doctrina de seguridad nacional que no ha salido de los años 70 y un modelo de "ayuda militar" de Estados Unidos que se remonta a los años 80.
Parece que todos están mirando hacia atrás y, con esa mirada, están cerrando nuestro propio porvenir.
Hoy todos se están preparando para seguir con esta guerra. El gobierno del presidente Uribe, que está convencido en que con más armas, con más soldados, con más inversión militar resuelve este conflicto. Se está gastando, en promedio 7 millones 287 mil dólares diarios para sostener esta confrontación. Además está cerrando los espacios democráticos para institucionalizar esta guerra. El gobierno del presidente Bush esta "aportando" un millón 680 mil dólares diarios, en promedio, para ayudar al gobierno colombiano a seguir este camino bélico.
Con este recurso tenemos más aeronaves para el combate, más asesores militares, más inteligencia (¿puede ser esto inteligente?) y más armamento. También recursos para fumigar cultivos de uso ilícito que se vieron obligados a sembrar esos campesinos sin tierra y sin esperanzas. Unos y otros, los que siembran con químicos y los que fumigan con químicos, están acabando con el medio ambiente de la amazonía. 500 mil hectáreas fumigadas en siete años, ahora tenemos 113 mil hectáreas más y la locura continua! Y claro, los grupos guerrilleros y paramilitares que gastan 2 millones 592 mil dólares diarios, en promedio, para sostener más de 30 mil hombres en armas que hoy siguen actuando en función de la guerra.
Nadie está pensando en serio por la paz.
Pero ustedes se preguntarán. Si se gastan 11 millones 581 mil dólares diarios para sostener un impresionante dispositivo militar, ¿cuáles son los resultados?
Pues bien. Cada día en Colombia mueren 20 personas en acciones violentas. 14 mueren en su casa, en su sitio de trabajo o en la calle en estado de indefensión. 730 son desplazadas cada día, una es desaparecida, más de 300 han sido injustamente detenidas y existen más de 3 mil personas secuestradas. Los civiles tenemos derecho a preguntar:
¿Entonces, contra quién es la guerra?
Una sola tortura en Iraq movilizó la opinión internacional. En Colombia no sólo hay torturas.
Estimados amigos y amigas
La seguridad, la lucha contra el terrorismo y las guerras tienen límites. El derecho internacional humanitario y los derechos humanos son normas, pero también son nuestro referente ético.
En Colombia necesitamos con urgencia apoyo para que las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones sociales sigan existiendo, sean respetadas y puedan desarrollar su acción por los derechos humanos y su trabajo humanitario.
Este premio es un reconocimiento a todas las personas que huyen de la guerra, a las personas desplazadas y refugiadas, a las organizaciones sociales, a la gente de CODHES, a las ONG de derechos humanos, a los colombianos en el exterior y a las iniciativas de paz.
Este premio es también un reconocimiento a DENIS, un ser humano excepcional que comparte conmigo éxitos, dificultades y sueños y a mis hijos que renuevan cada día la esperanza.
Hay mucha gente resistiendo y sufriendo en muchos lugares del mundo. Pero hay mucha gente pensando y actuando por ellos. No podemos ser pesimistas cuando se trata de construir futuro. ¡Nuestra obligación es dejar el pesimismo para tiempos mejores!
¡Muchas gracias!
Jorge Rojas Rodríguez